Dia 20 de julio: De Mirissa a Unawatuna
Nos hemos levantado y tal y como habíamos quedado nos espera nuestro tuctuc con destino a Unawatuna. No tardamos en acomodar las maletas en el moto carro ya somos unos expertos, nos despedimos de nuestros anfitriones y rumbo a nuestro nuevo destino.
En el camino, el conductor nos sugiere parar en un centro de recuperación de tortugas marinas y la verdad es que nos gusto, aunque pequeño hacen su labor, eso si como siempre nos clavan por la entrada.
Después rumbo a Unawatuna, sin hotel ni guesthouse, pero nuestro chofer se esmera y tras algunas visitas a hotelitos bastante caros (calidad/precio) nos quedamos en el hotel Neptune-Bay (4500 rp desayuno incluido), con un toque decadente (conoció tiempos mejores), pero al lado de la playa. En Unawatuna se nota aun más el destrozo del sutnami de 2004, realmente es un pueblo que ha construido casi dentro del agua y parece no han escarmentado porque vuelven a hacerlo, quitándole valor a la playa paradisíaca que tienen, se comen prácticamente la arena con terrazas y chiringuitos de lo más cutre. El resto del pueblo es muy turístico pero sin grandes atracciones, es muy tranquilo pero ya vemos guiris por todos lados. En cualquier caso solo queremos descansar para prepararnos para la vuelta, estamos ya en el último tramo del viaje.
Enterrar a los abuelos parece un deporte nacional. Se me escapo una foto del entierro de una abuela de casi 100 años que estaba escojonada de risa y apenas se le veia la cara toda arrugada (pena de no llevar la camara)
