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jueves, 16 de agosto de 2012

Sri lanka: Las Cuevas de Dambulla

Día 8 de julio (segunda parte):
Seguimos el día con la visita al templo dorado y las cuevas de Dambulla. Al llegar al templo dorado surge el primer imprevisto: llevamos camisetas de tirantes y pantalón cortos, totalmente inapropiados para este tipo de lugares sagrados, así que toca volver a la guest house y vestirse de largo, con el calor que hace...
A la  vuelta iniciamos la subida a las cuevas de Dambulla, de nuevo escaleras y más escaleras, con todo el calor, eso si en alguna zona se podía optar por rampa...
La subida esta plagada de monos inquisidores que quieren su parte del donativo: flores de loto y nenúfar, y no dudan en quitársela a niños y abuelos, amenazándolos sin ningún pudor.
 Al llegar arriba descubrimos las maravillosas cuevas de Dambulla, increíbles, llenas de pinturas en paredes y techos, esculturas de buda por todos lados y en todas posiciones, blancos, amarillos, etc. En el techo a veces hacen unas figuras geométricas que con los recovecos parecen deformarse. Son sencillamente alucinantes. Hay cinco cuevas visitables y no cabe duda de que la ascensión ha merecido la pena.
El día lo finalizamos cenando en un restaurante del pueblo. Después de Sigiriya y las cuevas de Dambulla no queda mucho más por ver, así que decidimos que al día siguiente nos iríamos a Polannaruwa para finalizar con la parte cultural del viaje.