La excursión al Cirque de Cilaos es casi imprescindible pero también es para pensárselo. Son al menos 500 curvas de subida continua de una carretera más bien mediocre y bastante estrecha con algunos túneles que ponían a prueba la pericia de los conductores de autobuses. Pero gracias a Pedro y a su pericia conduciendo, con nuestro coche alquilados llegamos a casi todas partes.
Según se va subiendo se parte de un paisaje algo más árido que la subida a Salazie, pero bastante más escarpado. La altitud es de unos 1200 m, pero parece interminable. El enclave del pueblo es precioso, tranquilo, muy tranquilo y lleno de plantas y jardines, con un pico de montaña (volcán) que parece capturar las nubes. Lo más llamativo del pueblo es el colorido de sus casas, sin ningún complejo, verdes, naranjas, rosas,....