sábado, 15 de marzo de 2014

Marruecos: Marrakech (III) Noche y La Medina

Por la noche en Marrakech la vida no parece disminuir sino todo lo contrario, ,al menos en la zona de la plaza Jamaa el Fna. Esta se transforma y surgen puestos de comida por todos lados, y normalmente llenos de lugareños y algunos guiris que se atreven a comer en estos puestos de comida.
Las condiciones higiénicas dejan mucho que desear, pero a veces hay que arriesgarse....
El zoco, al menos la parte mas cercana sigue con su bullicio, son muy llamativos los puestos de farolillos encendidos, las lamparas, puestos de encurtidos, etc, etc.
Durante el día decidimos pasear por la medina y accidentalmente terminamos en la zona de curtidores, viendo donde preparan las pieles y fue una experiencia poco agradable. Esperaba que fuera más colorista, quizás como la de Fez, pero en Marrackech es algo que puede ser obviado, más aun por el mal carácter de los presuntos guías que te enseñan el lugar.
De vuelta a la medina todo un placer perderse por las callejuelas....





















 Plaza Jamaa el Fna atiborrada de gente por la noche
 El color del día en las murallas de Marrakech





 La plaza Jamaa el Fna, siempre viva, a cualquier hora







 La medina



 La zona de curtidores, un trabajo durisimo








sábado, 8 de marzo de 2014

Marruecos: Marrakech (II): Zoco, la plaza de Jamaa el Fna, la kotubia y la Mamounia


    La plaza de Jamaa el Fna solo puede explicarse paseando por ella confundido entre la gente, viendo las mil y una profesiones que aún continúan allí, tomándose un estupendo zumo de naranja recién exprimido... Te encuentras de todo, encantadores de serpientes, mujeres que pintan las manos con henna, vendedores de dentaduras, aguadores, etc, etc.
Siempre tiene gente, a cualquier hora del día. Por la noche, sin saber como cambia radicalmente y se convierte en algo parecido a una feria, con contadores de historias y muchos, muchos puestos de comida. Hay humo por todos lados, según la dirección del viento y gente, sobretodo gente.
Curiosamente los "guiris" parecen haber ocupado todas las terrazas de los restaurantes con unas vistas de privilegio sobre la plaza. Hay que vivirla para entenderla...
Decidimos darnos una vuelta por los jardines del Hotel la Mamounia, emblemático de Marrakech y la sensación que se tiene es de un oasis. Esta en medio de la cuidad y tiene unos jardines enormes, donde solo se respira tranquilidad.