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domingo, 21 de octubre de 2012

Sri lanka: Unawatuna y Fin de viaje


Dia 21 de julio: mañana tenemos que coger el avión, así que toca relajarse y disfrutar de nuestro ultimo día de playa. Hemos leído en una guía que hay una playa cercana a Unawatuna a la que se puede acceder andando por una vereda a través de la selva, tomando como referencia un templo budista que esta en una montaña. Pues nada, a buscar la playa... Al cabo de un buen rato andando localizamos el tempo y conseguimos llegar hasta él. Después de visitarlo, sudando como posesos preguntamos a la gente que encontramos y nos dicen donde esta la playa, hay que bajar toda la montaña y... espectacular. Una playita pequeña, tranquila y con un "chiringuito" que tiene cervezas y comida. El día nos sonríe  Comemos pescado que hemos encargado al llegar con bastante problema porque no hablan ingles, pero terminan por entendernos y nos sirven unos calamares y una barracuda de lo más apetitosas (no quisimos saber nada de las condiciones higiénico sanitarias, a esta altura ya nos daba igual y teníamos intacto todo el arsenal de fortasec y familia).
A la vuelta no encontrábamos la vereda, todos los caminos se internaban en la selva. Le preguntamos a un grupo que salia de un templo y tras dudar decidieron acompañarnos hasta el pueblo... y menos mal que lo hicieron porque hasta ellos se perdían, tenían que preguntar en algunas casas-chozas que había en mitad de la selva y en ocasiones teníamos que deshacer parte del camino recorrido. Fueron tremendamente amables, apenas hablaban ingles pero tenían muchas ganas de interactuar con nosotros y se preocupaban mucho cada vez que entrabamos en zonas complicadas.
Finalmente llegamos al pueblo y nos despedimos de ellos.
Tarde para ultimas compras y a hacer equipaje. El día 22 lo utilizamos para aquellas compras de ultima hora (regalitos) y negociar un taxi al aeropuerto que quedaba bastante lejos. Esta vez descubrimos la única autovía de la isla y pasamos por Colombo (no  nos llamo demasiado la atención).
El vuelo lo cogimos a las 4 de la mañana del 23 de julio y llegamos a Doha (Qatar)con algo de retraso, lo suficiente para perder el vuelo de conexión a Madrid, por lo que tras una gestión rapidísima por parte de Qatar, media hora después de haber aterrizado en Doha, salíamos para Munich (Alemania). La verdad es que tenia una sensación extraña de que demonios hacíamos viajando hacia Munich, pero... En Munich nos atendieron bastante bien y en una hora estábamos camino de Madrid. Llegamos con unas 3 horas sobre lo previsto si no hubiéramos perdido el avión, todo un record. La parte negativa: con el trasiego de aviones me perdieron la maleta, aunque me llego a Málaga 5 días después.
Fin de viaje.