Un paseo por el puerto de Essaouira es algo que no se puede dejar de hacer. Los colores son increíble, con los barcos de un azul impresionante y los pescadores peleando con las gaviotas por el pescado. La playa es enorme, pero el viento se encarga de mantenerla "limpia". Quizás es la única pega que le pondría a este pueblo: el viento.ú
Ya por la tarde decidimos ir a la zona de dunas de la playa y el viento se encargo de hacerlo bien difícil, pero como recompensa un atardecer de lujo...
Sinceramente Essaouira merece la pena, creo que acertamos con la ruta escogida